El sistema exterior es libertario en cierta medida, y el interior es hipercapitalista. El cinturon de asteroides es la frontera donde los dos sistemas económicos y sociales chocan.
Hablemos del hipercapitalismo.
Es sabido que en el sistema hipercapitalista interior las diferencias sociales están exacerbadas y que ya no es solo una cuestión de distribución de la riqueza, si no que el transhumanismo ha traído transhumanos de primera y de segunda, mas allá de su nivel de vida y posibilidades culturales o económicas, directamente en su físico, o su intelecto.
Mayor riqueza facilita servicios de backup y/o recuperación que facilitan tu potencial inmortalidad, mientras que a mas corto plazo permite mejores morfos que te convierten en un transhumano mas fuerte, rápido, o inteligente.
Mientras la hiperélite disfruta al máximo de todas las ventajas de la tecnología en su vida, el extremo mas pobre no puede permitirse un cuerpo, viviendo como esclavos digitales, o si tienen suerte, en cajas con el dinero que hayan podido ahorrar.
La obsolescencia programada de los morfos, como si de una cruel hipoteca eterna se tratase, esclaviza a la población obligándola a pagar mantenimiento de su propio morfo si no desean que este se degrade.