Octomorfo pulpano

Una variante del octomorfo, desarrollada por Nemo Biogen, conocida hypercorp de genética submarina fundada en Ceres y vinculada a La Pulpanidad. 

El pulpano es una variante para pulpos elevados que buscan regresar al modo de vida ancestral, es en su diseño una versión Cereana con ecolocalización y adaptada a presión y frío, que busca su mercado en Europa, Atlántica y Ceres, ofreciendo el polémico valor añadido de incluir genitales funcionales (oviducto para ellas y hectocótilo para ellos), que permite a la hembra poner miles de huevos de pulpos, que nacerán como pulpos a la espera de ser elevados. 

También añade las capacidades de desprenderse de tentáculos a voluntad, y una regeneración acelerada de estos, que logra restaurarlos por completo en 8 semanas frente a las 10 que tardan otros modelos de octomorfo o las 12 que tardaría un biomorfo en regenerar una pierna.

 

En un primer momento Nemo Biogen planteo un diseño más ambicioso para su octomorfo, pensando en capacitarle con una pila nuclear para resistir temperaturas criónicas como las de Europa y medimaquinas como protección del ADN ante la radiación, pero el liderazgo de La Pulpanidad dirigió el diseño hacia un biomorfo sin cyberware ni otras capacidades más allá de adaptarse a varios océanos.

Implantes: Biomods, Injertos de malla, Pila cortical, Piel camaleónica, Anguilaware, Filtro de toxinas, Ecolocalización, Adaptación a la presión hidrostática, Tolerancia al frío mejorada.

Maximo en Aptitudes: 30

Dureza: 30

Umbral de heridas: 6

Movimiento: Caminar (Movimiento 4/20)

Ventajas: 8 brazos, Ataque de pico (VD 1d10, -1 PA, Combate sin armas), Ataque de tinta (Cegador, Arma a distancia exótica: Ataque de tinta), Flexible (Nivel 2), Visión de 360º,  +30 Natación, +10 Escalada, +5 COO, +5 INT, +5 SOM

Coste en PC: 60

Coste en créditos: Caro (50.000, 40.000 para afiliados).

 

La Pulpanidad tiene en este biomorfo un interés estratégico, y lo facilita entre sus miembros a un precio reducido para fomentar una crianza tradicional. 

 

Creando raza, construyendo nación

 

La capacidad de parir del octomorfo de Nemo Biogen representa, además de un tabú para algunos transhumanos, que el biomorfo pulpano hembra es una factoría de egos potenciales, lo que lo convierte en un interés estratégico para La Pulpanidad, que busca ensalzar la pulpanidad.

Y es que la creación del octomorfo pulpano ha causado la aparición de hábitats exclusivos para la pulpanidad y centrados en la cria, siendo la procreación en una cuestión prioritaria para La Pulpanidad.

Respecto a los huevos del octomorfo pulpano, estas decenas de miles de nuevos pulpos (Octopus vulgaris), nacen sin modificaciones genéticas que les permitan sobrevivir en los océanos del sistema solar, por lo que los hábitats pulpanos se construyen con cámaras estanco de descontaminación para acceder al área de cria, donde presión, temperatura y química del agua emula la de la vieja tierra y permite que los pulpos, elevados o no, crías o no, sobrevivan encerrados en un ecosistema que no les es hostil.

Los huevos de pulpo requieren de 25 a 125 días para desarrollarse. La temperatura juega un importante papel en el tiempo de eclosión.

Por tradición, las hembras pasan varios días en el sitio de desove, sin comer y pendientes de sus huevos hasta que se aseguran de que ya eclosionaron. También se encargan de limpiar los huevos, protegerlos y oxigenarlos. Los robots pueden encargarse de este trabajo y a menudo lo hacen, pero entre los más puristas de la pulpanidad, está tradición de las madres es algo a mantener ahora qué se han corregido los defectos genéticos que conducían a la muerte tras la eclosión.

Las crías nacen como una paralarva plantónica de aproximadamente 3 milímetros. Se denominan así y no larvas porque no pasarán por una verdadera metamorfosis, sino que solamente aumentarán de tamaño. Tienen tres ventosas en cada brazo y se ayudan de la tensión superficial del agua para suspenderse en la superficie.

Nacen como depredadoras desde el primer día y se alimentan de pequeños crustáceos. Algunas veces también se alimentan de detritos. 

 

Una vez que pasan entre 30 a 60 días estas paralarvas abandonan el plancton y se desarrollan como juveniles, dejando de estar a la deriva y bajando al fondo marino.