martes, 19 de junio de 2018

Legba, cuartel de los Nueve Vidas


Alianza: Nueve Vidas
Lenguas principales: Francés, Castellano
Población: Desconocida

A menudo a Legba se le llama "el sobaco del cinturón". Legba es un hábitat cluster donde se unen latas, cascos rotos de naves, y sobre todo piezas unidas amarradas a un asteroide sacado de una órbita muy elíptica para construir este lugar. Nadie está seguro de cuantos morfos habitat Legba, pero se cree que pueden ser millones de egos, ya que es el punto desde el que opera el Cartel Nueve Vidas, un cártel que mezcla el robo, abuso, y violación de egos con la religión vudú.

Esta extensa red de traficantes de almas se especializa en la adquisición, venta y tráfico de transhumanos. Su mercado principal es el del comercio con egos: robo de copias de seguridad, secuestro de bifurcaciones, carga de mentes forzosa, etc. Este sindicato es famoso por administrar colonias ilegales de esclavos infomorfos además de por organizar peleas de gladiadores con diversos cuerpos físicos (biomorfos, sintemorfos, animales) cargados con todo tipo de conciencias (transhumanos, IA, animales, etc.). Sólo los verdaderamente desesperados se dirigen al sindicato para
escapar de un hábitat o del arrendamiento de una hipercorporación.
Su crueldad a la hora de adquirir egos les ha granjeado una temible reputación entre la población transhumana así como en las sociedades de infomorfos.


Legba es un asteroide tipo C anteriormente propiedad de Fa Jing. Minado antes de la Caída, Nueve Vidas lo eligió por su ubicación céntrica en el Cinturón y sus depósitos de agua helada. Roland Nazon supervisó la toma del asteroide en el 2 DC. Cuando las noticias de los intrusos llegaron a Fa Jing, se desentendieron oficialmente del ahora inútil asteroide. La hipercorporacion no vio ningún retorno de la inversión en tratar de reclamar Legba y quiso evitar la responsabilidades legales o daños en las relaciones publicas dejando que los criminales más odiados del sistema se asentaran en sus instalaciones.

En el vudú, Papa Legba o simplemente Legba es el protector del mundo espiritual. Es el mediador entre el hombre y los Loa, que son los espíritus o dioses menores. Se encuentra en posición de permitir o no hablar con los espíritus que habitan en el mundo de los espíritus. Se cree que Legba habla todas las lenguas humanas. Siempre es el primero y el último en la invocación de los espíritus, debido a que su permiso es necesario para cualquier comunicación entre los mortales y los Loa.

Decir que Legba es un pozo de escoria y villanía es insultar a la escoria y a los villanos. Aquí se mezclan malhechores de toda casta, con delincuentes de egos; desde egohackers hasta traficantes de bifurcaciones, y no solo quienes hacen créditos con los egos, si no quienes no muestran ningún respeto por los egos transhumanos y los usan de cualquier manera que les apetezca, incluyendo fusiones de ego aberrantes, o psicocirujía por diversión (algo normal en los Nueve Vidas).
Tras haber sobrevivido a La Caída, incluso otros criminales repudian a los Nueve Vidas y su desprecio sobre los egos de quienes lograron sobrevivir a La Caída; un sicario te acribillará para ganar su pago, pero los Nueve Vidas se quedan con tu ego para comerciar con él (y sus copias) mientras hackean servicios de backup para robar egos que poner en el mercado, algo considerado peor crimen que vaciar un cargador por la espalda.

Legba permite que casi todo el mundo entre en sus muelles: nuevas naves significan comercio fresco y/o pilas nuevas. Salir es la parte difícil. Resulta normal que Legba sea una estación evitada en el cinturón. Las alertas de la malla mantienen alejadas la mayoría de las naves.

Fuera del Cinturón, a la mayoría de los transhumanos les gustaría ignorar el hecho de que Legba incluso existe.

Legba es una estación violenta y sin ley. La única regla que tiene Legba es "puedes conservar lo que tienes". Si haces que no valga la pena robarlo, puedes quedártelo. Todo lo demás está disponible.
Dentro de Legba hay bahías de carga llenas de pilas corticales. Millones de otros egos están almace-nados en frío o ejecutandose en prisiones virtuales (a veces siendo abusados). Los carceleros de los Nueve Vidas patrullan a través de estos simuespacios, recorriéndolos para interrogar a los egos buscando información para venderla, para descubrir egos valiosos, o simplemente para torturar a los egos por placer. Nueve Vidas también buscan entre sus recuerdos con psicocirujía, para encontrar información valiosa, o por simple voyeurismo.

Los corredores de Legba son lugares infernales que apestan a fluidos corporales, vísceras, incienso y velas, salpicados con santuarios sangrientos dedicados a los espíritus loa del vudú. Las pilas corticales se dejan como ofrendas espeluznantes. Entre los Nueve Vidas, las pilas se cambian a menudo como una forma de moneda física.

Los Devotos es un módulo oficial que tiene lugaren Legba.



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